miércoles, 10 de mayo de 2017

5 DIAS DETOX EMOCIONAL

Llegadas estas fechas no dejamos de ver anuncios de productos Detox para desintoxicar el organismo. Pero olvidamos que una parte importante de esta limpieza es la emocional.

En este plan Detox de 5 días nos centramos en cinco emociones básicas: culpa, miedo, inseguridad, apego y libertad. Cada día hablaremos de una de ellas siempre teniendo en cuenta que las reflexiones han de interiorizarse individualmente y a ser posible hacer una meditación tras la lectura diaria de las mismas.

Hay cosas que nos parecen obvias y que todos podemos hacer pero a veces es importante estar en grupo para que sea más fácil.

Lo importante es lograr que cada día vayamos subiendo nuestro estado de ánimo hacia unas emociones más positivas. Veremos como todo ello afectará de manera positiva a nuestra salud física también.

Se puede hacer el programa en más tiempo y dedicar varios días a una misma emoción. Cada cual debe seguir su propio ritmo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

QUIEN SOY

Sin alargarme mucho me gustaría comentaros quien soy AHORA. Nuestras vivencias cambian nuestra manera de experimentar las cosas y eso crea un mapa mental concreto. Según ese mapa mental nos orientamos posteriormente a lo largo de nuestra vida y vamos creando nuestra realidad. Puede llegar el momento en el que esa realidad no nos guste o incluso nos produzca miedo, culpa y ansiedad. Es el momento de cambiar ese mapa mental, esas ideas y esquemas que afectan al análisis de lo que vemos, oímos y sentimos. 

Pues bien, a raíz de mi segundo embarazo empecé a tener unos síntomas fuertes parecidos a mareos. Ya los había tenido anteriormente pero los médicos lo asociaron primero a un poco de nervios, después a problemas de enfoque ocular y por último a problemas de adaptación al clima. Pues bien, cuando nació mi segundo hijo los síntomas fueron a más y me asusté. Estábamos solos en una ciudad en la que hacía poco que nos habíamos venido a vivir y hasta la noche que llegaba mi marido. Mis hijos dependían exclusivamente de mí y sentirme de repente tan mareada y con la sensación de que me iba a desmayar me agobiaba muchísimo. Esa primera crisis, la recuerdo especialmente porque me tuvieron que atender en el Centro Comercial. Yo iba con el pequeño (recien nacido) en el carrito a buscar al mayor (de tres años) al colegio y entré en el centro comercial a ver si el aire acondicionado me ayudaba a superar esa sensación. No fue así, me entró el pánico y tuve tiempo justo de pedir ayuda. A partir de ahí la escena se repitió varias veces y me daba terror la hora de ir a buscar o llevar al niño al colegio. Vinieron 15 días mis padres a vivir con nosotros para ayudarme. 

Las analíticas (pensando en bajada de hierro por el embarazo) eran correctas. Por lo tanto, lo que sucedía era otra cosa. Finalmente me diagnosticaron AGORAFOBIA. Empezó mi lucha interna y más siendo psicóloga. ¿cómo podía estar pasándome eso a mí? No entendía nada, solamente veía que no sabía controlar esos estados de pánico. Cada vez se fueron extendiendo a más situaciones, llegando incluso a sucederme incluso en casa. Ir al baño, ir al colegio acompañada, bajar a la piscina comunitaria, ir a tomar algo a la cafetería de al lado de casa, TODO me causaba angustia. Una temporada hacer las cosas en compañía era viable; sola imposible sin una crisis. Pero de repente ya ni eso. Podría decirse que mi día a día era una lucha constante. Además el sedentarismo y los nervios me producían apetito, por lo que fui engordando. No me sentía bien ni por dentro ni por fuera. Los sentimientos dominantes eran MIEDO, ANGUSTIA, INSEGURIDAD, TRISTEZA, APATÍA y un largo etcetera. Una temporada llamaba a mi madre de madrugada y solo oír su voz lograba a veces consolarme. No podía respirar y me despertaba sin ganas de vivir. No lograba salir de aquello. Y eso que años anteriores me decía a mi misma: "el dolor físico no lo resistiría por pequeño que fuera pero lo psicológico estoy preparada para llevarlo sea lo que sea; no tengo miedo a la soledad incluso puedo decir que me gusta". Cuanto me he acordado de eso....

Dos años después del diagnóstico de AGORAFOBIA mi marido va a urgencias a regañadientes por un dolor de cabeza. Cual fue nuestra sorpresa cuando el médico decide hacerle una resonancia y le encuentran un TUMOR CEREBRAL. Era tan grande que en principio nos dijeron benigno pero tras la operación resultó ser un GLIOBLASTOMA, el tumor cerebral más agresivo. Os podéis imaginar cómo me sentí, como nos sentimos todos. Yo me desmayé ante la noticia y eso que ya entré a urgencias con un diazepam bajo la lengua. La suerte es la fortaleza de mi marido tanto física como anímicamente. Un mes en el hospital, meses de tratamiento de quimio y radio y POCAS ESPERANZAS DE VIDA. (todo esto está ampliado en el apartado UN CASO ONCOLÓGICO).



De todo esto aprendimos mucho y hemos CAMBIADO DE ESTILO DE VIDA en múltiples aspectos: alimentación, meditación, terapias alternativas, homeopatía, vivir el ahora y un largo etcetera que nos ha acercado a ciertas personas y alejado de otras. Lo importante y básico es VIVIR SIN RENCOR, con amor y con serenidad viviendo el MOMENTO PRESENTE.